La iglesia de Santa Coloma, una de las más antiguas del Principado, es la joya del románico andorrano. Ubicada dentro del casco urbano del mismo nombre, su construcción es el resultado de varias fases arquitectónicas. La nave es la edificación más antigua, de origen prerrománico y datada de principios del siglo X o anterior. En el siglo XII se añadió el campanario cilíndrico de 18 metros de altura. La iglesia estaba decorada con uno de los conjuntos pictóricos más ricos y extensos del Principado. A pesar de que estas pinturas se arrancaron del edificio hacia el 1930, después de viajar por la Europa de la segunda guerra mundial, fueron recuperadas por el Gobierno andorrano en 2007. Hoy, en el interior de la nave, se pueden admirar un Agnus Dei y los restos de unas cenefas decorativas que habían quedado escondidos detrás un retablo barroco y que se descubrieron a raíz de una restauración, en 1934. El entorno urbano, relativamente intacto, y la conservación del paisaje de la sierra de Enclar como telón de fondo le proporcionan un entorno de especial belleza.